11 signos de deficiencia de magnesio

Entender la carencia de magnesio

El magnesio interviene en más de 300 reacciones enzimáticas fundamentales para la salud humana, desde la producción de energía y la transmisión nerviosa hasta la síntesis de ADN y la regulación del estrés. A pesar de su gran importancia, la carencia de magnesio sigue siendo frecuente, y las investigaciones sugieren que aproximadamente entre el 50 y el 70% de los adultos no alcanzan la ingesta diaria recomendada. Esta carencia puede producirse de forma silenciosa, alterando gradualmente la fisiología del organismo mucho antes de que los niveles sanguíneos reflejen una deficiencia. Reconocer los signos sutiles e interconectados de una carencia de magnesio puede ayudarle a tomar medidas proactivas para restablecer el equilibrio a través de la dieta, el estilo de vida y la administración de suplementos basados en pruebas científicas.

Mantener unos niveles saludables de magnesio favorece el equilibrio energético, el rendimiento muscular y la vitalidad general a lo largo de las actividades diarias.

1. Calambres y espasmos musculares

El magnesio desempeña un papel clave en la función neuromuscular al regular el flujo de calcio y potasio a través de las membranas musculares. Cuando los niveles de magnesio descienden, las células musculares pueden sobreexcitarse, desencadenando contracciones involuntarias, espasmos o calambres. Este desequilibrio puede darse con más frecuencia en deportistas, personas mayores o individuos con mayores pérdidas de sudor. La suplementación con formas biodisponibles de magnesio puede ayudar a restablecer el equilibrio electrolítico celular, permitiendo que los músculos se contraigan y relajen con eficacia.*

2. Fatiga y baja energía

Todas las células dependen del magnesio para generar ATP, la principal fuente de energía del organismo. Dentro de la mitocondria, el magnesio estabiliza las moléculas de ATP y ayuda a las enzimas responsables de la fosforilación oxidativa. Cuando el magnesio es insuficiente, estas vías energéticas funcionan con menos eficacia, lo que a menudo provoca fatiga persistente, menor tolerancia al ejercicio o esa sensación de "agotamiento" tras un esfuerzo mínimo. Con el tiempo, una carencia crónica de magnesio puede alterar la flexibilidad metabólica, haciendo que la recuperación de energía sea más lenta y menos eficaz.*

3. Niebla cerebral o falta de concentración

La claridad cognitiva depende en gran medida del papel del magnesio en la señalización neuronal y la plasticidad sináptica. Este mineral modula los receptores NMDA, reguladores clave del aprendizaje, la memoria y la comunicación neuronal. Un nivel bajo de magnesio puede provocar una excitabilidad neuronal excesiva, alterando el equilibrio de los neurotransmisores y perjudicando el procesamiento de la información. El L-treonato de magnesioMagteinMagtein®), una forma que ha demostrado atravesar la barrera hematoencefálica, se ha estudiado por su capacidad para elevar los niveles de magnesio en el cerebro y favorecer la capacidad de recuperación cognitiva, la concentración y la memoria.*.

4. Alteraciones del sueño

El magnesio contribuye a una arquitectura del sueño saludable al favorecer las vías de relajación y regular el ritmo circadiano. Interactúa con los receptores GABA, favoreciendo una actividad neuronal tranquila y transiciones más suaves entre las fases del sueño. Los niveles bajos de magnesio pueden elevar el cortisol nocturno y la actividad del sistema nervioso simpático, lo que provoca dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido. La evidencia emergente, incluyendo estudios recientes sobre el L-treonato de magnesio, sugiere que el magnesio cerebral de apoyo puede mejorar el sueño profundo y reducir los despertares nocturnos.

Un nivel adecuado de magnesio favorece la relajación y favorece un sueño profundo y reparador, esencial para la recuperación y la concentración.

5. Ansiedad o cambios de humor

La relación entre el magnesio y el estado de ánimo es tanto bioquímica como fisiológica. El magnesio modula el eje HPA (hipotálamo-hipófisis-suprarrenal), que rige la respuesta del organismo al estrés. Unos niveles insuficientes pueden amplificar la señalización excitatoria a través de las vías del glutamato y amortiguar el tono GABAérgico, creando un entorno neuroquímico asociado a la ansiedad o la irritabilidad. Varios estudios han demostrado que los suplementos de magnesio favorecen la calma y la resistencia emocional al restablecer el equilibrio de los neurotransmisores y regular los ritmos del cortisol*.

6. Dolores de cabeza o migrañas

La influencia del magnesio en el tono vascular y la excitabilidad nerviosa lo convierte en un factor central en la regulación de las cefaleas. Su carencia puede provocar la constricción de las arterias cerebrales y aumentar la liberación de neurotransmisores del dolor, como la sustancia P. Este doble efecto puede contribuir a la aparición de migrañas o cefaleas tensionales. Los ensayos clínicos sugieren que la suplementación con magnesio -especialmente en formas biodisponibles- puede ayudar a mantener la reactividad vascular normal y reducir la frecuencia de los episodios de migraña con el paso del tiempo*.

7. Debilidad muscular

Además de los calambres, la falta de magnesio puede provocar fatiga y debilidad muscular general. Dado que el magnesio es esencial para la contracción muscular dependiente de ATP y la recaptación de calcio, unas reservas inadecuadas pueden provocar fatiga precoz durante el ejercicio o una recuperación prolongada después del mismo. Este efecto se ve agravado a menudo por las pérdidas de electrolitos a través del sudor, sobre todo en atletas de resistencia. El restablecimiento del equilibrio de magnesio favorece un metabolismo energético adecuado en el tejido muscular y promueve una recuperación eficaz tras el ejercicio*.

8. Latidos irregulares

El magnesio es esencial para la estabilidad eléctrica del corazón. Actúa como antagonista natural del calcio, evitando el exceso de calcio intracelular que puede provocar arritmias. Los niveles bajos de magnesio pueden alterar la conducción cardiaca, manifestándose ocasionalmente como palpitaciones o latidos saltados. El magnesio también contribuye a mantener una presión arterial y un tono vascular saludables, lo que subraya su papel fundamental en la homeostasis cardiovascular*.

9. Entumecimiento u hormigueo

A nivel neurológico, el magnesio ayuda a regular los canales iónicos que influyen en la excitabilidad nerviosa y la transmisión de señales. Cuando los niveles son bajos, las neuronas pueden fallar, produciendo sensaciones de entumecimiento, hormigueo o "pinchazos". Estos síntomas suelen aparecer junto con otros signos de deficiencia y sirven como alerta temprana de que la función nerviosa dependiente del magnesio se está viendo comprometida.*

El magnesio favorece la señalización nerviosa y la función muscular, ayudando a mantener la fuerza, la coordinación y la resistencia a medida que envejecemos.

10. Estreñimiento o cambios digestivos

En el tracto gastrointestinal, el magnesio favorece el peristaltismo, es decir, las contracciones rítmicas que mueven los alimentos a través de los intestinos. También ayuda a atraer agua al intestino, manteniendo las heces blandas y regulares. Su carencia puede ralentizar este proceso y provocar estreñimiento o molestias digestivas. Aunque el magnesio dietético favorece la motilidad normal, ciertas formas como el citrato de magnesio tienen un suave efecto osmótico que puede ayudar a restablecer la regularidad cuando sea necesario.*

11. Aumento de la sensibilidad al estrés

El estrés crónico agota el magnesio a través de vías hormonales y urinarias, creando un bucle de retroalimentación que aumenta la reactividad a futuros factores estresantes. Un nivel bajo de magnesio amplifica la activación simpática ("lucha o huye"), reduce el equilibrio parasimpático ("descansa y digiere") y deteriora la calidad del sueño, todo lo cual aumenta el estrés percibido. La reposición de magnesio favorece una base fisiológica más calmada, mejorando la regulación emocional y la capacidad de recuperación durante periodos exigentes*.

Tratamiento de la carencia de magnesio

Si varios de estos signos le suenan, considere la posibilidad de evaluar su ingesta de magnesio. Las fuentes dietéticas, como las verduras de hoja verde, las legumbres, los frutos secos, las semillas y el chocolate negro, siguen siendo fundamentales. Para un apoyo específico, formas bien absorbidas como el glicinato de magnesio o el L-treonato de magnesioMagtein) pueden complementar la nutrición y promover la concentración tranquila, la mejora del sueño y la función cognitiva a lo largo del tiempo*.

Resumen: El papel fundamental del magnesio

El magnesio influye en casi todos los sistemas del organismo, desde la actividad muscular y el metabolismo hasta la cognición y el estado de ánimo. Dado que favorece tantos procesos, incluso pequeñas deficiencias pueden tener efectos generalizados. A menudo, estos desequilibrios se desarrollan gradualmente, pero se manifiestan a través de diversos síntomas que reflejan la gran importancia fisiológica del mineral. Afortunadamente, reconocer los primeros signos permite tomar medidas proactivas. Combinando alimentos ricos en nutrientes, hábitos de vida equilibrados y suplementos clínicamente estudiados, puede mantener unos niveles saludables de magnesio. Como resultado, la producción de energía se vuelve más eficiente, la actividad neuronal se mantiene tranquila y centrada, y el rendimiento cognitivo puede mantenerse fuerte a largo plazo.*

Referencias

  1. Institutos Nacionales de Salud, Oficina de Suplementos Dietéticos. Hoja informativa sobre el magnesio para profesionales de la salud. Actualizada en 2024.
  2. Gröber U, Schmidt J, Kisters K. Magnesium in Prevention and Therapy. Nutrients. 2015;7(9):8199-8226.
  3. Slutsky I, et al. Enhancement of Learning and Memory by Elevating Brain Magnesium. Neuron. 2010;65(2):165-177.
  4. Hausenblas HA, Lynch T, Hooper S, Shrestha A, Rosendale D, Gu J. Magnesium-L-threonate improves sleep quality and daytime functioning in adults with self-reported sleep problems: A randomized controlled trial. Sleep Med X. 2024;8:100121. Publicado el 17 de agosto de 2024. doi:10.1016/j.sleepx.2024.100121

Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la Food and Drug Administration. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.

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